Al analizar la carrera presidencial en Estados Unidos entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump, el líder del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, advirtió que la relación entre ambos países no se modificará con el triunfo de uno u otro aspirante.
Lo anterior ante la alta dependencia de México con su vecino del norte, problemática -dijo- que se está agudizando con las políticas del gobierno de Morena; sólo la independencia económica podrá abrir una verdadera agenda de equidad entre ambos países.
“Cualquiera que sea el partido o el hombre en el gobierno, la política de corte imperialista no variará en lo esencial, y menos si al hacerlo se ponen en riesgo los gigantescos interese de los grandes monopolios bancarios, industriales y comerciales que dominan en aquel país” dijo el líder social al señalar la expectativa que han despertado los comicios en territorio mexicano, ante una cobertura mediática inédita, asociado al gran dominio de grupos corporativos estadounidenses en los medios mexicanos, en detrimento de los asuntos domésticos, incluido el propio proceso presidencial local.
En lo que respecta a los mexicanos, Córdova Morán sostuvo que el interés al proceso radica en un apoyo hacia Joe Biden, esperando cambios en la relación bilateral, en materias como políticas de drogas, respeto a las leyes de la inversión extranjera, en especial el tema de petróleo y electricidad, buscando sacar al presidente López Obrador del gobierno, quien ha mostrado cercanía con la gestión de Donald Trump. No obstante, el líder social puntualizó que otro sector espera cambios sustanciales en temas torales que conciernen a México, entre ellos la política migratoria agresiva contra los mexicanos y contra todos los pobres de AL que buscan asilo en la nación americana.
No habrá cambio sustancial
Abundó que este sector espera que el nuevo presidente dé un viraje en el intervencionismo descarado que obligó al gobierno mexicano a frenar a los grupos migrantes hacia EUA; cese a los insultos como política de Estado para obligarnos a firmar un tratado como el TMEC, -más abusivo si se le compara con el TLCAN-; la injerencia de las agencias de espionaje que violentan la soberanía nacional e incluso el trato discriminatorio a las exportaciones mexicanas, poniéndoles trabas artificiales y proteger de ese modo a los norteamericanos así como fin al intervencionismo directo en materia laboral, para garantizar que se cumplan las reglas laborales solo a favor de las compañías estadounidenses.
En ese sentido, el líder social afirmó que tanto republicanos como demócratas representan los mismos intereses, como indica la trayectoria política de Estados Unidos como país imperialista y que, en caso de que llegue a la presidencia el aspirante demócrata, la esperanza de que modifique para bien todo o una parte de las problemáticas enumeradas, están mirando las cosas con demasiado optimismo, sin ver la profunda dependencia económica de México en áreas clave como el sector energético, alimenticio, tecnológico, entre otros.
Ni hay trato equitativo con México
En ese sentido, Córdova Morán enfatizó que el propio Joe Biden, como candidato, no se ha pronunciado por revertir las políticas impulsadas por Donald Trump para con México. Aseveró que un trato equitativo con Estados Unidos, exige, según el líder social, de medidas concretas para garantizar la independencia nacional en el ámbito económico, en un proyecto de país que logre crecimiento económico vigoroso y reparta la riqueza, con el consecuente fortalecimiento del mercado interno.
Alertó que esta ruta no es la que busca el gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador por la relación que ha mantenido con la administración de Donald Trump, sin embargo, es una exigencia de la realidad nacional que debe ser tomada en cuenta a la brevedad, antes de que nuestro rezago frente al mundo desarrollado se torne irreversible.
Llamó a los mexicanos a sumarse a un proyecto político que haga de México un país rico, productivo, equilibrado en el bienestar de todos, con educación, bien alimentado, sano, fuerte y orgulloso de sí mismo, si se aspira a tratar en pie de igualdad con Estados Unidos y con el mundo entero, pues “la igualdad es un hecho real que se construye con esfuerzo, trabajo e inteligencia bien cultivada, no un concepto puro que puede imponerse entre desiguales con la pura transformación de la conciencia social del más poderoso”.