El miércoles 1 de julio, el mensaje que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio tras cumplir dos años de haber ganado las elecciones y convertirse en presidente de México, genera mucha dudas e inconformidad entre la población; y no porque haya sido un mal discurso o que haya sido mal estructurado, no, nada de eso; el error y la deficiencia del mensaje presidencial es que todo lo ahí enumerado está muy lejos, lejísimos de reflejar la realidad que se vive en México y que la mayoría de los ciudadanos ve y vive en carne propia en los aspectos económicos, de desempleo, de inseguridad y en el incremento de la pobreza de las familias.
Evidentemente, cuando AMLO señala que “se está promoviendo la recuperación económica mediante el apoyo a los más pobres y empresas pequeñas”, se miente. Primero, porque en el terreno económico y el sector productivo hay problemas. Con datos del Inegi, la economía en estos 17 meses de gobierno de AMLO, decreció en -1.7%; y si la comparamos con los gobiernos anteriores, vemos que la economía con Vicente Fox decreció -0.4%; con Felipe Calderón no decreció, fue de 2.3% el crecimiento y con Peña Nieto tampoco decreció, fue de 1.6%. Desde hace hace mucho tiempo, más de una década, la economía no había tenido un decrecimiento como sí se dio en este primer tercio del gobierno morenista.
Cuando AMLO dice que se apoya a los más pobres, la realidad es otra y el Inegi vuelve a dar cuenta de ello, con pronósticos señala que la pobreza en el país aumentará un 4.8%, 16 mexicanos de cada 100 caerán en pobreza extrema; otro dato es que la pobreza total se moverá en 5.9%, es decir, 48 mexicanos de cada 100 serán pobres al término de la pandemia. Si nos detuviéramos en los ya más de 100 días de COVID-19 vemos que la gente ha sufrido por carencia de alimentos, por falta de medicinas y atención médica, sobre todo porque no tienen forma de acceder a la medicina y atención hospitalaria por falta de recursos.
Otro aspecto que el mandatario nacional deja de lado y que no demuestra, es lo relacionado con la falta empleo donde, con datos de la encuesta realizado por el diario nacional El Economista el 10 de mayo, se asegura que la desocupación es de 1.9 millones de mexicanos y la subocupación llegó a más de 12 millones de desempleados. También se habla de que el desempleo oculto alcanza al menos 19 millones de mexicanos.
No hay lugar a duda de que en México no hay empleo; el dato más fuerte es que 34 millones de mexicanos no lo tienen y su situación económica familiar empeora, este dato, con respecto a la Población Económicamente Activa (PEA) que es de 57 millones 328 mil mexicanos, al menos el 50% de los mexicanos claman por un trabajo. En México la fuerza laboral necesita empleo, algo que el gobierno de López Obrador no ha resuelto debido a la poca inversión y al poco incentivo hacia las grandes y medianas empresas, muchas de las cueles han tenido que llevar sus capitales a otros países.
La inseguridad y violencia son otros dos aspectos alarmantes en la política gubernamental; y, sobre todo, al tener ejemplos claros como el atentado del titular de Seguridad Pública de la Ciudad de México, en «Reforma», la avenida más importante de la capital; además, hay otros crímenes perpetrados en Oaxaca donde perdieron la vida al menos 15 personas, o en Guanajuato donde más de 26 mexicanos fueron asesinados y la violencia desatada en Guerrero, Michoacán, Veracruz, no dejan duda de que los porcentajes mostrados de que han disminuido los delitos e inseguridad, son falsos. Las cifras presentadas por AMLO, no se respaldan ni argumentan con nada.
Los mexicanos viven a diario con delincuencia, sufren asaltos y no ven políticas y acciones nuevas que remedien la situación; tampoco se ven proyectos de seguridad pública que puedan ayudar a decir que se está disminuyendo los delitos o crímenes; la duda de esas cifras ahí están, AMLO las presume sin respaldo más que el mensaje que él mismo da.
López Obrador al decir que no hay masacres se engaña porque no las hay en delincuentes por parte del Ejército y la Guardia Nacional, de su gobierno. Parece que para el presidente las masacres en las entidades no existen, no hay masacres de los capos o grupos delincuenciales pero no se dice nada de que están siendo contra ciudadanos y que ningún gobierno, ni estatal ni federal, están haciendo justicia.
Por ejemplo, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, del mes de diciembre de 2018 a mayo de 2020, en México fueron asesinadas 53 mil 628 personas, cifra superior a las de gobiernos anteriores: en el gobierno de Fox fueron asesinadas, 45 mil 581 personas; en la época de Calderón, 38 mil 999; y en tiempos de Peña Nieto, 51 mil 934. Hoy el número de muertos con AMLO es superior.
La inseguridad, la economía en el país y la pobreza en México no están como dijo AMLO en su mensaje. La economía decreció en -1.7, la pobreza extrema aumentará 4.8%, la pobreza en general en 5.9% y más de 34 millones de mexicanos no tiene empleo. Esta situación, de por sí ya complicada, será más difícil si la pandemia se alarga y por eso al gobierno federal, no importunándole la salud de los mexicanos, quiere reactivar la economía, diciéndole a la gente que debe salir a laborar, que debe de volverse a la «supuesta normalidad» aunque el riesgo de contagios y de muertes aumentan, al día de hoy cerca de 30 mil muertes y ya a unos minutos de estar a 250 mil infectados.
El mensaje de AMLO, a dos años de haber ganado las eleciones, logró una calificación de 10 como pieza de oratoria, pero logró 0 en calificación en cuando a reflejar la realidad que vive la nación, que viven los 120 millones de mexicanos que a diario sufren los estragos de la pandemia y de las malas políticas del gobierno morenista que ya cumple un tercio del sexenio. El mensaje de de López Obrador está más lejos de la realidad que de aquí a la luna. Por el momento, querido lector, es todo.