Debido a la emergencia sanitaria se han intensificado los casos de ansiedad y depresión, lo que ha afectado no sólo la salud emocional, sino que también la capacidad de lograr un sueño reparador.
Al respecto, Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano del Sueño (IMMIS), dijo que estas preocupaciones han perjudicado la capacidad de relajación, asimismo, los sueños de contenido ansioso o pesadillas afectan frecuentemente a las personas que viven de cerca el problema.
“Soñar que puedes contagiarte de COVID-19, que estás enfermo en un hospital, con personas muertas, o diferentes situaciones de peligro son pesadillas recurrentes que está refiriendo la población debido a los altos niveles de estrés y angustia que está viviendo por la pandemia de COVID-19”, señaló Valencia.
De acuerdo con el IMMIS, el personal de salud, las personas contagiadas y sus familiares tienen la incidencia más alta de presentar este tipo de pesadillas, sin embargo, el temor a adquirir la enfermedad también está ocasionando estos sueños desagradables en la población en general.
Valencia explicó que las pesadillas son un trastorno del sueño del grupo de las parasomnias, las cuales ocurren de manera predominante durante la cuarta fase del dormir y se les conoce como sueño MOR o de “movimientos oculares rápidos”.
Los pacientes pueden experimentar angustia o temor porque su sueño parece ser real, esto no sólo los afecta durante el día, sino que incluso pueden despertarse varias veces en la noche, dificultando la capacidad de conciliar el sueño nuevamente. En algunos casos, la pesadilla puede producir cambios en el ritmo respiratorio y cardiaco, así como sudoración y agitación.
Adicionalmente, el especialista dijo que las pesadillas se convierten en un trastorno del sueño cuando ocurren de manera frecuente y son capaces de provocar problemas de concentración o memoria, además de fatiga y somnolencia durante el día. Asimismo, aparece un miedo inexplicable que llega al momento de dormir o ante la oscuridad.
“El humano promedio tiene una pesadilla por mes, si aumenta el número de eventos es algo que deberá tratarse para no complicarse”, enfatizó.
Por último, Valencia dijo que soñar es muy importante para poder procesar el estrés y la angustia de las experiencias del día, de lo contrario, los sentimientos y emociones negativas provocarán problemas en la salud física y mental.
Por ello, lo más recomendable es tener horarios programados que incluyan actividades como ejercicio, yoga y meditación, de esta manera se reducirán los niveles de ansiedad y por consiguiente, el paciente tendrá una buena calidad de sueño.
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