Es muy difícil o imposible imaginar y creer que en toda la historia de México haya existido un mandatario nacional que no haya decidido, en buena parte, sobre la formar de ejercer el gasto que se tiene que hacer y hacia dónde se va tal o cual recurso de la nación; es difícil creerlo porque casi siempre, con los gobiernos priístas y los dos sexenios del panismo, quienes controlaban la Cámara de Diputados y Senadores era el poder en turno, mismo que siempre ha decidido en qué se invierte, cómo se invierte y hacia qué objetivos se usan los recursos de la Federación. Usted querido lector, podrá decir si se ha hecho bien o si se hizo mal.
Pero ahora, fiel a su estrategia distractora por la pésima operación y mal manejo de la crisis del COVID-19, donde ya hay más de 120 mil infectados y más de 100 muertos por día, el presidente morenista, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quiere un control absoluto sobre de recursos del presupuesto federal, y antes quiere enviar la propuesta para que se modifiquen las leyes presupuestarias y así tenga absoluta libertad y facultades, basadas en la ley, para reasignar el presupuesto y reorientarlo hacia donde él quiera, sin que tenga que ser autorizado por la Cámara de Diputados.
¿Se imagina usted, inteligente lector, qué pasaría y hacia dónde se iría todo el presupuesto si a AMLO logra tal control?, ¿por qué AMLO está muy interesado en esto en lugar de escuchar a los mexicanos que padecen hambre y tiene una mala atención médica en esta crisis de coronavirus? o, ¿por qué ignora las peticiones de los estados para dotarlos de recursos extras para enfrentar la pandemia? Ya con el tiempo que AMLO lleva gobernando se pude hacer un balance y decir hacia dónde se encamina su forma de ejercer el gobierno; se puede asegurar que no está interesado en atender a la inmensa población empobrecida y a la que prometió las estrellas y el paraíso, a quien prometió sacarla de su sus principales lastres de pobreza y miseria.
¿Entonces qué está en juego y por qué tanto interés de AMLO en cambiar las leyes y lograr su objetivo de poder disponer de los recursos del país, sin que nadie le diga nada? Dos son las respuestas: primero seguir con su soberbia gubernamental para seguir demostrando, según él, que él manda en el país y que todo el poder es de él; si ya asomó la cabeza como un mandatario dictador, ahora intentará sacar el cuerpo completo y seguir amedrentando a gobernadores, políticos, prensa y sociedad civil que se le pongan enfrente.
Segundo, ni AMLO ni Morena han perdido de vista que el próximo año será electoral y que el tiempo está corre a prisa; entonces, buscan encontrar la mejor opción para volver a manipular a los mexicanos, y lo intentarán hacer con más descaro, comprando la conciencia de la gente, ya sea con una tarjeta o dando dinero en efectivo, porque las benditas redes ya se están olvidando, cada vez más, del señor Obrador.
Es posible, que aunque la oposición se una, algo que podría ser inédito, lograría detener las intenciones presidenciales; de lo contrario, y eso es lo más seguro, AMLO y la 4T lograrán sus pretensiones a la mitad del mes de mayo; antes podrían darse denuncias en la Suprema Corte y denunciar que es «lindo obsequio» de Mario Delgado para su jefe, sería inconstitucional. El artículo que se propone reformar es el 21 Ter. De la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y así el Ejecutivo federal podría reorientar o modificar el presupuesto de egresos en caso de que México lo necesitara (sic), en caso de crisis o emergencias económicas como la que ya está dañando mucho a los mexicanos por el Covid-10. ¡Vaya el interés de AMLO y su 4T para ayudar a los mexicanos!
No cabe ninguna duda de que esa propuesta de ley es una violación a la autonomía de la Cámara de Diputados y una alteración a los tres poderes del país que hasta ahora, al menos en lo visible, se seguía respetando. La apropiación que sería inconstitucional y violatoria, -porque esos recursos de la Federación también son de Estados y Municipios-, es dar al presidente facultades que hoy corresponden constitucionalmente a la Cámara de Diputados.
Darle el control de los recursos de toda la República Mexicana a AMLO solo va a traer y generar más problemas, porque ya a la luz pública hay elementos suficientes para asegurar que AMLO y su Cuarta Transformación no saben gobernar para el bien de la nación y que ninguna de sus políticas de gobierno tiene la firme intención y objetivo de cumplir con su lema de «Primero los pobres». México sería un desastre si AMLO controla absolutamente los recursos de la nación, recursos que son de todos los mexicanos. Por el momento, querido lector, es todo.