El aborto es una decisión que pueden enfrentar los jóvenes durante su vida sexual sin pensar si esta práctica traerá consigo problemas futuros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como interrupción del embarazo cuando el feto todavía no es viable fuera del vientre materno.
De acuerdo a investigaciones de la OMS, para poder realizar la practica del aborto es necesario tener en cuenta que los contextos legales, normativos, de políticas y de servicios pueden variar de un país a otro; como dato adicional, el manual de práctica clínica sugiere realizar un aborto antes de las 12 semanas de gestación.
Bajo este esquema, la OMS señaló que el tema del aborto adolescente ha crecido, principalmente entre los jóvenes de 15 y 19 años con 2.5 millones de abortos inseguros, en los países en desarrollo.
Como dato sobresaliente, cada año se practican unos tres millones de abortos peligrosos de adolescentes, lo que contribuye a la mortalidad materna y problemas de salud prolongados.
Afectaciones futuras
La OMS señaló que en consecuencia, la interrupción del embarazo, representa un problema que compromete la etapa reproductiva de las adolescentes tocando aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
En lo referente a lo biológico, una vez practicado un aborto existe la posibilidad de que no puedan concebir vida nuevamente.
De acuerdo con Marta B. Rondón, del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX), en el punto psicológico podrían desarrollar depresión, culpa y arrepentimiento, así como en la afectación social, la dificultad para integrarse nuevamente en sociedad.
El aborto, siempre será un tema de controversial ya que las personas, gobiernos y leyes tienen puntos de vista distintos y perspectivas diferentes de lo que significa.
Sin embargo, es importante recordar que el aborto es una decisión que se debe tomar con responsabilidad, análisis, y definir claramente el porqué se llevaría a cabo.