Médicos de varios países han optado la medida de colocar boca abajo a los pacientes graves de COVID-19, algo que es de gran ayuda para salvarles la vida pues el oxígeno llega mejor a los pulmones.
Así lo narró la doctora Mangala Narasimhan, directora regional de la Unidad Cuidados Intensivos (UCI) de Northwell Health, una compañía que posee 23 clínicas en Nueva York, Estados Unidos.
“Con esto estamos salvando vidas cien por ciento. Es algo tan simple de hacer, y hemos visto una mejora notable. Podemos verlo en cada paciente”.
Destacó que luego de recibir una llamada urgente de parte de un compañero, quien le pedía que fuerea a la UCI del Hospital Judío de Long Island para auxiliar al paciente, le pidió al médico que intentara volteando boca abajo al paciente.
La acción, dijo resultó bastante eficaz ya que logró que el flujo de oxígeno en la sangre del paciente aumentara del 85 % al 98 %, lo que ayudó a salvarle la vida.
Al parecer, colocar a los pacientes de coronavirus intubados en el llamado posicionamiento propenso, propicia un aumento en la cantidad de oxígeno que llega a los pulmones, lo que es de gran ayuda en la lucha contra el virus.
“Una vez que ves que funciona, deseas hacerlo más y lo ves funcionar casi de inmediato”, agregó la doctora Kathryn Hibbert, directora de la UCI médica del Hospital General de Massachusetts.
Los especialistas en cuidados críticos dicen que estar sobre el abdomen ayuda porque permite que el oxígeno llegue más fácilmente a los pulmones.
Mientras que en la espalda, el peso del cuerpo en efecto aplasta algunas secciones de los pulmones.
“Al ponerlos boca abajo estamos abriendo partes del pulmón que antes no estaban abiertas”, aportó Hibbert.