El tenor español Plácido Domingo admitió su responsabilidad en casos de acoso sexual perpetrados al menos durante los últimos 20 años, en contra de mujeres jóvenes que iniciaban sus carreras en el mundo de la ópera y la música.
En un comunicado, el cantante de 78 años de edad, finalmente desistió de la actitud de negación y rechazo que había transmitido, y reconoció los abusos de los que era acusado, principalmente, durante el tiempo que se desempeñó como director general de la Ópera Nacional de Washington y de la de Los Ángeles.
El artista pidió perdón a las víctimas de su acoso y aseguró que buscará generar un cambio positivo tras darse cuenta de su comportamiento.
El posicionamiento de Domingo llega justo el mismo día que el Sindicato Estadounidense de Artistas Musicales (AGMA, por sus siglas en inglés) concluyó, en una investigación, que al menos 27 personas fueron víctimas o presenciaron conductas de acoso o comentarios inapropiados por parte del tenor durante las últimas dos décadas.
La investigación de la AGMA era la primera de las dos pesquisas independientes iniciadas después de que varias mujeres acusaran a Domingo de acoso sexual. La segunda indagatoria, aún en marcha, fue iniciada por la ópera de Los Ángeles, donde Domingo fue director general desde 2003 y hasta su renuncia en octubre.
Besos no solicitados y llamadas a deshoras, entre las conductas denunciadas de Plácido Domingo
Según personas familiarizadas con el contenido de la investigación sindical, abogados de la firma Cozen O’Connor entrevistaron a 55 personas desde septiembre y hasta finales de diciembre.
Además de las 27 que dijeron haber sufrido o presenciado insinuaciones sexuales de Domingo en las décadas de 1990 y 2000, otras 12 dijeron que su comportamiento era de conocimiento público en el ambiente.
Al igual que el reporte de AP el año pasado, los investigadores encontraron acusaciones de contacto físico no solicitado por parte del intérprete.
Entre los comportamientos denunciados se encuentran besos en la boca, «manoseos», llamadas a deshoras en las que Domingo pedía a las mujeres que fueran a su casa, e invitaciones persistentes para acompañarlo a eventos sociales.
Dos de las mujeres dijeron a los investigadores que tuvieron relaciones sexuales con Domingo, señalando que se sintieron obligadas a ceder por su posición de autoridad y su capacidad para dañar sus carreras.
En su carta de responsabilidad, el tenor dijo que «nunca» fue su intención perjudicar la carrera de alguna de sus «colegas».