En abril de 2013, el analista político y periodista mexicano, Ramón Ojeda Mestre, decía que uno de los grandes problemas contemporáneos es que los hombres de conocimiento, de saber y de talento, se han puesto al servicio de las causas más tristes y más egoístas del país; incluso, en contra de quienes les dieron la educación pública.
El presentador de «Diálogos para la Reflexión», una serie de entrevistas que produjo, calificó a Aquiles Córdova Morán como un gran ideólogo de México y remarcó que el caso de este líder era diferente porque es un hombre de profundos conocimientos, de mucho estudio, de pensamiento, reflexión, de acción y que ha aplicado todo su pensamiento a la práctica, al servicio de la sociedad.
El maestro Aquiles Córdova, efectivamente, es un gran ideólogo y político mexicano de alto nivel intelectual que ha sabido construir, junto con otros líderes sociales, al Movimiento Antorchista, la organización más poderosa, bien organizada y con una estructura construida con cimientos de acero, que a 45 años de existencia es el único grupo con altas posibilidades de ser quien cambie los destinos y el futuro de México ante tanta penumbra y oscuridad del túnel político de los gobiernos de la Cuarta Transformación.
Hoy la Organización social reúne en sus filas al menos a unos tres millones de agremiados, su presencia es en todo el territorio nacional y ha logrado formar a grandes políticos como Jesús Tolentino Román o Maricela Serrano, que gobiernan con mucho éxito los municipios de Chimalhuacán e Ixtapaluca, donde cerca de dos millones de mexiquenses son testigos de los primeros pasos que se pueden dar con el proyecto de nación del antorchismo, primeros pasos de cómo se debe gobernar de la mano del pueblo y para el pueblo.
Este martes 18 de febrero 32 líderes antorchistas, desde Baja California hasta Yucatán, exigieron que se detengan las amenazas y la represión que ha orquestado el gobernador morenista del estado de Puebla, Miguel Barbosa, contra Antorcha y sus líderes nacionales y para eso anunciaron que el próximo 27 de febrero realizarán una protesta de 30 mil mexicanos en Puebla y que tendrá el propósito de exigir respeto a la democracia y la ley.
El gobernador morenista, pésimo émulo de López Obrador, quizá sólo ya con la capacidad intelectual de obedecer las órdenes que le den, es un «político» muy antipopular pues en recientes evaluaciones es el gobernador peor evaluado de todo México; pero eso sí, pretende (al menos eso a filtrado en la prensa poblana y con «heraldos» que han hecho llegar el mensaje) fabricar delitos y detener a los líderes antorchistas, entre ellos al líder nacional Aquiles Córdova, así como a los líderes estatales Juan Manuel Celis Aguirre y Soraya Córdova Morán.
Hoy en la Ciudad de México, el mensaje de Homero Aguirre fue claro: «si continúan amenazando a nuestro líder nacional y más aún si cumplen las amenazas de fabricarles delitos o encarcelarlos, Puebla será el epicentro de un conflicto nacional porque convocaremos por lo menos a 100 mil mexicanos a protestar en la capital de esa entidad”.
Todas estas amenazas y la represión tienen su origen y escalaron cuando el Movimiento Antorchista Poblano (MAP), Asociación Civil que aglutina a miles de poblanos, antorchistas y no antorchistas, solicitó su registro como partido político y avanzó en un proceso legal autorizado y supervisado por el Instituto Electoral del Estado (IEE); la realización exitosa de todas las asambleas requeridas, detonó un agresivo bloqueo político operado desde el gobierno barbosista que se tradujo en la anulación del proceso por parte del mismo IEE que lo había autorizado, lo que provocó que los dirigentes y afiliados a la Asociación Civil, quienes vieron violados sus derechos y garantías democráticas, anunciaran una protesta masiva que se realizó el 6 de febrero.
El anuncio de la primera manifestación para denunciar la intromisión del gobernador y la falta de independencia del IEE, provocó agresivas declaraciones en donde Miguel Barbosa anunció que “se le aparecería la ley a Antorcha Campesina”, acompañadas de acusaciones tachándola de criminal, lo cual es una clara amenaza, no al MAP, sino a los líderes e integrantes del Antorchismo, razón por la que en todo el país se ha alertado la Organización y prepara una «batalla» política en Puebla y en todo el país.
A los líderes antorchistas les queda muy bien un texto de don Miguel de Cervantes, que fue publicado en su obra cumbre El Quijote de la Mancha: «A nosotros los caballeros andantes verdaderos, al sol, al frío, al aire, a las inclemencias del cielo, de noche y de día, a pie y a caballo, medimos toda la tierra con nuestros mismos pies, y no solamente conocemos los enemigos pintados, sino en su mismo ser, y en todo trance y en toda ocasión los acometemos, sin mirar en niñerías, ni en las leyes de los desafíos; si lleva, o no lleva, más corta la lanza, o la espada; si trae sobre sí reliquias o algún engaño encubierto…»
Ellos, los líderes antorchistas saben que «el buen caballero andante, aunque vea 10 gigantes que con las cabezas no sólo tocan sino pasan las nubes, y que a cada uno le sirven de piernas dos grandísimas torres, y que los brazos semejan árboles de gruesos y poderosos navíos, y cada ojo como una gran rueda de molino y más ardiendo que un horno de vidrio, no le han de espantar en manera alguna; antes con gentil continente y con intrépido corazón los ha de acometer y embestir, y si fuere posible vencerlos…»; Antorcha ya no es un niño ni adolescente, Antorcha es un adulto maduro y dispuesto a luchar con todos los mexicanos que quieran y exijan un verdadero cambio para México, un cambio que la Cuarta Transformación no está logrando, ni siquiera por error.
El clímax no político… Baja, que baja, que baja… Hoy la aprobación del mandatario nacional es de 55.6%, es decir día su popularidad es menor; es cierto que son décimas la que desciende, pero de continuar así, pronto tendrá en el país a una población totalmente contra él, algo muy natural porque no ha sabido gobernar. Por otro lado, trata de amenazas y agredir no sólo a los ciudadanos por separado, sino a las organizaciones sociales mismas que, hasta el momento, no han mostrado su poder de convocatoria entre la población, pero pronto se podría reflrejar ante tanta inconfomoridad e inestabilidad social. Por el momento, querido lector, es todo.